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Experiencias autogestivas y articuladas de Gualeguaychú: «Una red de compañerismo, organización y trabajo»
(ANSOL).- Con una perspectiva federal, Fundación La Base acerca financiamiento solidario a otras provincias; específicamente, destinado a cooperativas de trabajo y grupos asociativos. Siempre, con el desafío de ampliar el alcance y llegar a nuevos territorios con una impronta solidaria y feminista.
En la provincia de Santa Fe, La Base trabaja hace 15 años. Los últimos 8, de manera sostenida, y hace 4 en Mendoza. Desde 2023, sumó un nuevo territorio: Entre Ríos.
«El primer contacto fue a partir de un compañero de una cooperativa cultural, que se comunicó vía whatsapp con integrantes del equipo de proyectos cooperativos», cuentan desde La Base. Ese primer contacto implicó abrir una puerta al conocimiento de distintas cooperativas y sus experiencias de organización y trabajo y de articulación. «Nos encontramos con una movida política y social muy interesante, así como una experiencia de articulación entre cooperativas de la provincia con muchísimo potencial: la federación FECOTREER (Fecootra Entre Ríos)», relata a ANSOL Federico Giorgi, del equipo de proyectos de La Base.
El año pasado, a partir del trabajo conjunto entre esta organización de finanzas solidarias y la cooperativa cultural La Solapa, de Gualeguaychú, se concretó el primer proyecto de financiamiento. Consistió en la compra de equipamiento de sonido para que la cooperativa pudiera ampliar su oferta de servicios. Esta cooperativa está compuesta por integrantes de gran trayectoria en el mundo artístico, que ofrecen un buen servicio integral de armado de eventos además de organizar cursos y talleres. La corneta típica de la zona se luce orgullosa en la sede de la cooperativa. A partir de este proyecto de inversión específico, La Base fue tejiendo vínculos con otros actores y actrices de la región, profundizando en el conocimiento de las experiencias cooperativas en la provincia. Para ello, realizó varios viajes en la búsqueda por acompañar otras experiencias autogestivas. «Buscamos conocer, nos encanta, escuchamos mucho y vemos qué aporte podemos hacer desde las herramientas y experiencias que tenemos», cuenta Leila Litman, también integrante de La Base.
Jeannot Sueyro
En el centro de la ciudad, está la clínica recuperada Jeannot Sueyro, donde trabajadoras de la salud gestionan esta cooperativa y brindan un enorme servicio. Años de lucha judicial, en las calles y un amplio apoyo social les permitieron recuperar esta clínica muy bien equipada, para ponerla al servicio de la comunidad y defender sus puestos de trabajo. Administrativas, camilleras y trabajadoras de limpieza fueron las protagonistas en la recuperación de esta clínica. En la pandemia jugaron un rol clave por la capacidad técnica que tienen y ahora vienen proyectando la forma de constituirse como una mutual que brinde servicios de salud especialmente destinado a cooperativas y mutuales.
El Nuevo Comienzo y El Hilo Rojo
Hay dos textiles cooperativas muy importantes también. El Nuevo Comienzo tiene una enorme capacidad productiva, inventiva en distintos aspectos de su trabajo y fueron pioneros en un programa junto al municipio para incorporar nuevos trabajadores con discapacidades. Ellos elaboraron frazadas para que el municipio done en las temporadas de invierno y se destacan en la elaboración de camas para mascotas con relleno reciclado.
El Hilo Rojo, conocida por haberse formado luego de una gran iniciativa solidaria y de apoyo que les permitió tener sus primeras máquinas y ponerse a trabajar con ropa deportiva para niños y niñas especialmente. Conformada por un grupo de mujeres lograron constituirse como proveedoras de remeras y conjuntos deportivos para los clubes de barrio de la ciudad.
Ecogualeguaychú
Ecogualeguaychú es una cooperativa de reciclaje con diez años de historia y organización colectiva. Gestiona gran parte de los residuos de la ciudad y fue una de las cooperativas fundadoras de la experiencia de FECOOTREER, alentada por FECOOTRA y que comenzó recientemente su proceso de extensión y formalización. «Hoy somos más de 35 coopes en toda la provincia y estamos viajando a distintas ciudades para ampliar nuestra organización», comenta Celeste Bredle, referente de esta experiencia, en una visita donde el equipo de La Base conoció el espacio de la Federación.
«Lo que más nos llamó la atención fue la articulación cotidiana entre estos colectivos, con reuniones regulares, autoridades claramente votadas y definidas, muy buena onda y un aire de familia y amistad muy potente. Tienen un hermoso camping propio a orillas del río, donde se reúnen, van con familia y amigues y ni bien empezamos a conocerles nos invitaron», comenta Giorgi.
La diversidad de experiencias colectivas y rubros constituyen una pequeña muestra del potencial del cooperativismo en otras provincias. Construir estrategias entre distintas organizaciones que permitan potenciar el desarrollo del sector, desde una mirada federal, es un desafío en este contexto arrollador. Hoy estas experiencias, al igual que en el resto del país, atraviesan una crisis económica profunda, pero continúan apostando por una salida solidaria y colectiva.