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Cooperativas eléctricas en Santa Fe: crisis y oportunidad

Columna de Opinión.

El movimiento que expresa a las cooperativas eléctricas en la provincia de Santa Fe se encuentra frente a una nueva encrucijada. Compuesto por más de 60 cooperativas distribuidoras, que incluyen tanto cooperativas propiamente dichas como cuatro comunas que brindan servicio eléctrico en sus localidades, este sector que se acerca al centenario ha sido históricamente una fuerza vital para muchas comunidades. Sin embargo, también se enfrenta desafíos que, aunque antiguos, se ven exacerbados por el contexto económico actual.

Uno de los reclamos históricos del sector en la provincia es la falta de un marco regulatorio adecuado y un fondo compensador. Este reclamo se vuelve más urgente en un contexto económico que afecta de manera desigual a las cooperativas, y especialmente a aquellas en áreas rurales con grandes extensiones de líneas que atender y con un muy bajo consumo, lo que provoca tarifas altas, problemas pata mantener la calidad de servicio y dificultades en la relación con sus asociados. En este sentido se hace de vital urgencia encontrar alternativas ya sea de integración, o de financiamiento que permitan su subsistencia.

Además, las distribuidoras cooperativas ven que la situación económica de sus asociados amerita atender otro histórico reclamo: la implementación de una tarifa social provincial para sus asociados. Mientras que la Empresa Provincial de la Energía (EPE), de la cual las cooperativas compran la energía, (ninguna cooperativa de Santa Fe es agente del mercado) ofrece una tarifa social subsidiada por el tesoro provincial para sus clientes; y esta tarifa no se extiende a los socios de las cooperativas. Dicha situación crea una discriminación histórica que coloca a las cooperativas en desventaja.

Un ejemplo de los desafíos actuales se encuentra en la Cooperativa Integral de Villa Gobernador Gálvez Ltda., una ciudad del conurbano rosarino con altos índices de pobreza y asentamientos irregulares. En estos barrios, la falta de infraestructura eléctrica es alarmante, pero la energía se consume igualmente, aunque no se registra ni se factura, generando pérdidas de hasta un 40% debido a hurtos, robos (conocidas como pérdidas no técnicas). En las últimas semanas, la cooperativa ha declarado que no puede hacer frente a la factura de compra de energía, priorizando el mantenimiento de la calidad del servicio y los salarios de sus empleados.

En este contexto, todas las cooperativas eléctricas afrontan una dificultad común: la comunicación con sus asociados en medio de cambios tarifarios constantes. El permanente cambio en la normativa sobre subsidios y los aumentos tarifarios generan un malestar que se manifiesta diariamente en las puertas de las cooperativas, que, estando más cerca de la gente, son las primeras en recibir el descontento de la población.

Sin embargo, no todo es negativo. Hoy, la dirigencia del movimiento cooperativo eléctrico en Santa Fe se ve en una etapa de refundación, impulsada por el desafío de la transición energética justa de la mano de la generación distribuida basada en energías renovables y proyectos de innovación tecnológica como las redes inteligentes. El sector está en busca de una agenda común que permita dar un salto de calidad, explorando la posibilidad de desarrollos tecnológicos colectivos que les permitan evitar dependencias de proveedores o tecnologías específicas.

En esta línea, florecen proyectos, como la reciente inauguración del parque fotovoltaico de San Gregorio que se suma a la ya conocida experiencia de la Cooperativa de Provisión de Obras y Servicios Públicos Ltda. de Armstrong, y a numerosas iniciativas más pequeñas a lo largo de la provincia. Para potenciar todo esto, el sector cooperativo busca una alianza estratégica con el gobierno provincial, que permita tanto a las cooperativas como al Estado implementar políticas innovadoras y accesibles para todos.

La clave de todo esto sigue siendo profundizar la integración y buscar soluciones innovadoras para problemas históricos. La fuerza del territorio está y el compromiso de la dirigencia también. Este es el momento.