Sucedió el pasado Viernes en el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, y se decidió abrir una mesa de trabajo con la intención de dar «respuestas inmediatas a los sectores más postergados y más perjudicados por la violencia de género».

27 ENE 2019 CABA (Ansol) El Viernes pasado trabajadoras de la Economía Popular enroladas en la UTEP, se reunieron con la flamante ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gomez Alcorta con el objetivo de determinar temáticas de trabajo y expresar sus propuestas para dar respuesta a la violencia de genero en los barrios más humildes del país.

«Desde la UTEP, saludamos la creación del Ministerio y el nombramiento de muchas compañeras feministas del campo popular, creemos que ha sido un enorme triunfo colectivo y festejamos esta posibilidad histórica de ser partícipes de la construcción de políticas públicas que mejoren la calidad de vida de todes. Como sindicato de la economía popular, velamos por la dignidad de las mujeres y diversidades que representamos y esperamos que sean ellas de las primeras beneficiadas por la existencia de un Ministerio como el que hoy tienen a cargo», expresaron en un comunicado luego del encuentro con la ministra.

En tanto que también determinaron las urgencias en las cuales consideran que es necesario generar políticas públicas: «En función de ser muy eficaces con la aplicación de dichas políticas públicas estamos a entera disposición para ayudar a realizar un buen diagnóstico de las necesidades más inmediatas y garantizar la llegada de respuestas en todos los territorios. A grandes rasgos, anticipamos que la urgencia tienen que ver con combatir la violencia de género en los barrios más pobres».

Propuestas

En el mismo comunicado, las trabajadoras de la Economía Popular, además, expresaron puntualmente que deben crearse refugios que atiendan de forma integral las urgencias de las mujeres que sufren violencia de género. «Queremos pensar colectivamente en la creación de centros integrales en los barrios para las personas en situación de violencia de género, que les permitan un refugio inmediato y el fortalecimiento de cada área de su vida propiciando el cuidado de sus hijos e hijas, trabajo, atención médica, recreación, formación y asesoramiento legal; en la formación de un cuerpo de promotoras contra la violencia de género» y consideraron que mayormente las víctimas «deben acudir a las casas refugio como única salida».

Finalmente señalaron que «sin compañeras organizadas en los territorios es imposible combatir a la violencia, somos parte de la solución».

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