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Textil Globito: en tiempos de crisis del sector, ya están produciendo en plenitud

(Ansol).- La cooperativa Textil Globito ya está produciendo en plenitud, tras haber logrado hace tres meses el fallo por la continuidad laboral y ser depositarios judiciales de la maquinaria, y luego de mudarse a un nuevo establecimiento, pese a la merma de la producción textil en el país por el aumento de las importaciones, que aumentó en un 50 por ciento en los primeros cinco meses del año.

“Estamos produciendo, conservamos a los clientes y los proveedores. Estamos haciendo la segunda confección”, dijo a Ansol la trabajadora Sandra Sayar, y continuó: “A nosotros las importaciones no nos pegó directamente todavía. Sabemos que los costos de las prendas extranjeras son mucho menores, y pero pese a ello, nos siguen eligiendo por el diseño y la calidad. Hay marcas que importan y lo que compran a un dólar afuera, acá lo venden a cien. Esto ya pasó en la década del noventa”.

Hoy la cooperativa se compone de 19 trabajadores que trabajan en un nuevo taller alquilado por los operarios, en el barrio porteño de Paternal, y esperan por el desarrollo de la causa que les permita avanzar en la propiedad sobre los bienes muebles e inmuebles de la empresa vaciada por los anteriores dueños.

“En lo jurídico hay cosas por resolver. Nosotros somos depositarios judiciales de la maquinaria. De lo que quedó en la vieja fábrica, aún no fue a remate. Eso no está del todo terminado. Si bien la maquinaria que tenemos acá, el tasador las tasó en 700 mil pesos, que vendría a ser el crédito laboral de una sola persona, de las 19 personas que somos. Hay que esperar aún para ver cómo se resuelve”, afirmó Sayar a esta agencia.

Cabe destacar que el camino de la cooperativa estuvo plagado de inconvenientes: pese a haberse constituido en el tiempo record de 25 días, desde el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial número 10 pusieron distintos frenos para que los trabajadores pudieran continuar con la producción, primero, negándoles su capacidad de hacerse cargo de la fábrica, y luego al exigirles casi 200 mil pesos en concepto de seguros y demás gastos administrativos, para poder poner en funcionamiento las máquinas.