Representante del cooperativismo canadiense de visita por Argentina

(Ansol).- “Desde el 2002 que quiero venir aquí, estudié Ciencias Políticas en la universidad y la historia argentina me llama la atención porque es bastante parecida a la de Filipinas en muchas maneras: dictaduras militares, historias de represión. Pero la manera en Argentina la gente se siguió organizando y luchando sin tener miedo, y a diferencia de los filipinos, que olvidamos el pasado cuando duele, acá se sigue con la historia bien consciente de lo que pasó y siguen luchando”, señaló Stephanie Guico, integrante de la mesa ejecutiva del la organización Cooperatives and mutuals of Canada e hija de un inmigrante filipino, a Ansol.
Guico estuvo presente en la redacción reflexionando sobre las particularidades del cooperativismo nacional y sus aportes al movimiento internacional, y continuó visitando otras cooperativas como Gráfica Campichuelo y Consol.
Quebec es un estado canadiense, que desde la década de 1960 se ha hecho diferenciar de los demás territorios porque reivindica su herencia francesa, y exige y construyendo mayor autonomía del poder central.
En Quebec, han logrado construir poder desde las comunidades y eso fue fortaleciendo al movimiento cooperativo quebequense, que unido con las particularidades de ese territorio, fortaleció a la provincia.
Fue en este proceso que el cooperativismo se asentó como forma distintiva de organización económica social, tanto de empresas sociales de trabajo, servicios y crédito, con gran ascendencia sobre las rurales.
“Lo que más se conoce del cooperativismo argentino, son las recuperadas, gracias al documental de Naomi Klein y Avi Lewis, La toma, que se veía por todos lados en Canadá, y me di cuenta que si la gente podía hacerlo en empresas más grandes, tomando lo que es suyo, y tomando el control. Quise venir a ver lo que pasa en Argentina en la base”, destacó Guico a este medio.
Argentina y Canadá: dos modelos de economía social
En el territorio norteamericano, más de 18 millones de personas están asociadas a empresas sociales, de los más variados tamaños y actividades económicas, lo que la hace un sector con gran peso en la economía nacional.
Sin embargo, se caracterizan por una muy pobre participación política, destacando principalmente su rol meramente económico, sin revelar sus aportes en lo social e identitario.
“Lo que noto es que el argentino se identifica y participa en mucho niveles de su vida: el sindicato, el partido, el trabajo, el barrio. En Canadá, es sólo familia y trabajo. La política aparece cada cuatro años, el sindicato únicamente para aprovechar los beneficios que otorga”, afirmó Stephanie Guico.