13 de diciembre de 2022, CABA (Ansol). – Una de las alternativas de compras que más crecieron con el confinamiento por el COVID-19 tiene que ver con la venta de bolsones de frutas y verduras. Directo desde el productor y a precios accesibles, el fenómeno fue impulsado por cooperativas o colectivos ligados a organizaciones sociales, como es el caso del proyecto de la Agricultura Familiar San Cayetano.

«Comenzamos durante la pandemia, con bolsones de 5 y 7 kilos que contienen verdura de hoja y pesada. Se venden en nodos o focos de Consumo de la Cooperativa de Consumo Solidario (CONSOL) principalmente en la Capital Federal, y a medida que la demanda fue creciendo, se empezaron a comercializar frutas y verduras por kilo o unidad«, explicaron a ANSOL los integrantes del proyecto San Cayetano.

La iniciativa está integrada por un grupo de productores organizados dentro de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) a través de las organizaciones Frente Agrario Evita, el Movimiento Nacional Campesino Indígena y la Federación Nacional Campesina. A su vez, articulan la logística de producción, traslado y venta con la Cooperativa de Trabajo para el Consumo de la Economía Popular (Conepo) del Movimiento Evita.

Esto es así porque la comercialización de la agricultura familiar, para poder competir con las grandes cadenas y gigantes productores, requieren de una logística que involucra muchas manos: el agricultor y su familia, que son dueños o arrendatarios de un campo, llevan adelante la producción. Y una vez recolectada la cosecha, se trasladan al centro de gestión de Conepo en San Martín, quien se ocupa de la distribución a los focos o nodos con mejoras en los costos y beneficios tanto para productores como para sus respectivas cooperativas.

Desde el Proyecto San Cayetano explicaron que «en esta propuesta de modelo comercial, el bolsón funciona como apertura hacia el consumo. Es difícil que un consumidor continúe con la compra de un bolsón en el tiempo, porque difieren sus contenidos según cosecha y estación. Y los hábitos hegemónicos nos han mal acostumbrado a no aceptar los lógicos condicionamientos de la naturaleza«.

Para paliar esa dificultad, hoy ofrecen bolsones con una gran cantidad de verduras y frutas, en su mayor parte libres de químicos o en transición a serlo. Y ese tipo de consumo, por kilo y por producto, es más sencillo de incorporar para ampliar la oferta en los distintos espacios de venta.