Productores de vino en alerta por altos costos

Las devaluaciones impactan en los costos. Las exportaciones no incluyen gran valor agregado. Preocupa la escasez hídrica.
9 de octubre de 2019, CABA (Ansol).- La industria del vino sufre un difícil momento por diversos factores: excedentes en el mercado mantienen bajos los precios de venta, costos cada vez más insostenibles en su estructura, altos costos de vida debido a la inflación y escasez hídrica.
“La escasez hídrica va a ser muy compleja en la nueva temporada de cosecha. En toda producción agrícola, se puede ahorrar en fertilizante, pero si ahorrás en agua estás en una situación muy grave”, explicó Nicolás Vicchi, subgerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) a ANSOL.
“Hay muchas fincas que no han podado o que podaron, pero no fertilizaron. Algunos insumos incluso aumentaron en dólares”
Nicolás Vicchi, gerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas
Los precios planchados desde el año pasado -e incluso más bajos- por el excedente de vino en el mercado no permiten a los productores cubrir el total de los costos de muchos insumos dolarizados como los fertilizantes, que aumentan a la par de la divisa.
Las exportaciones aumentaron, pero en granel, por lo que no se genera el valor agregado del fraccionamiento. Además, dificultades en la logística y operativa impiden que se exporten todos los excedentes -entre 150 y 200 millones de litros-, por lo que eso se vuelca al mercado interno haciendo bajar más los precios.
Hoy el precio de venta del productor es de alrededor de 8,5 pesos por litro, por lo que muchos productores no realizaron las actividades mínimas de labranza agrícola en lo que va del año. “Hay muchas fincas que no han podado o que podaron, pero no fertilizaron. Algunos insumos incluso aumentaron en dólares”, explicó Vicchi.

Medidas anticíclicas
En Mendoza, el gobierno provincial tomó dos medidas anticíclicas para amesetar los vaivenes de faltantes y excedentes. La primera fue el fondo anticíclico, que compra el vino cuando hay excedente y lo vuelca al mercado cuando hay faltante, por lo que permite una estabilidad del precio.
“En 2016 y 2017 tuvimos las peores cosechas y teníamos el precio planchado durante cuatro años por los excedentes. Por un lado se recuperó el valor de la materia prima y del productor, pero el salto exponencial perjudicó al consumo”, desarrolló el subgerente de Acovi. En ese sentido, se explayó: “Estos saltos de altas y bajas no terminan beneficiando al productor ni al consumidor, asique el fondo anticíclico, aportaría en ese sentido”.
El segundo operativo gubernamental es la compra directa de vino a los elaboradores, con un precio de referencia de 11 pesos. “Eso no resuelve el problema de los costos, pero pasar de 8,50 a 11, permitiría sacar el volumen del mercado para llegar a la cosecha con otros valores”, dijo esperanzado Vicchi.
La esperanza
Desde Acovi se muestran esperanzados en que se genere una estabilidad macroeconómica que permita no alterar los precios de venta al exterior y mantener la utilidad.
También esperan que se avance en acuerdos internacionales para disminuir los aranceles de exportación existentes y ampliar mercados hacia México, Sudáfrica y otros países que abren su demanda.
En España, particularmente, la cosecha sería pobre por dificultades climáticas, por lo que las oportunidades de exportación argentina sería más alta.
Así, las próximas políticas públicas por las que los productores vitivinícolas irán a la carga serán el aumento de los reintegros a las exportaciones, la eliminación de las retenciones, la disminución del costo logístico y de la carga tributaria.
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