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Polino: “El Poder Legislativo tiene que atender los derechos de los consumidores y no los de grandes grupos económicos”

El proyecto de Ley sobre Etiquetado Frontal de Alimentos no alcanzó los 129 legisladores necesarios para el debate de la Cámara de Diputados. “La actitud de la oposición va a quedar en la historia: Eligieron a los lobbys empresariales antes que a la salud pública”, señaló por su parte, María Eva Verde, de Comercialización en Desarrollo Social.

5 de octubre de 2021, CABA (Ansol).- Tras la negativa de Juntos por el Cambio y a sólo 7 diputados menos necesarios para el quórum en Diputados, la sesión que trataría el proyecto de Ley de Etiquetado Frontal fue levantada y perdería Estado Parlamentario el próximo año en caso de no avanzar el proyecto.

La iniciativa por la Promoción de la Alimentación saludable ya obtuvo media sanción en el Senado durante octubre del 2020 con 64 senadores a favor y solo tres en contra, representantes de provincias azucareras: Silvia Elías de Pérez y Beatriz Mirkin, de Tucumán; y Clara Vega, de La Rioja.

En este sentido, entran en juego las presiones de la industria alimenticia y los intereses económicos partidarios por parte de la oposición: “Es evidente que hoy el macrismo prioriza tratar de bloquear una sesión, interrumpir la iniciativa para tratar de dañar al gobierno, plegandose al lobby de las grandes alimentarias”, sostuvo María Eva Verde, Coordinadora de Asesoramiento en Gestión a Unidades Productivas en el Ministerio de desarrollo social de la Nación, en diálogo con ANSOL.

Sobre el proyecto

El régimen de “Promocion de la Alimentación Saludable” como se denomina el proyecto, busca principalmente incluir sellos en forma de octágonos negros al frente de los envases de alimentos altos en azucares, sodio, grasas saturadas y/o calorías según los límites fijados por el organismo.

“La sociedad está demandando alimentos más saludables. Pero los monopolios alimenticios engañan con productos «falsamente saludables», mostrando alimentos supuestamente «lights» o «caseros» que en realidad solo tienen excesos de nutrientes que son nocivos para la salud”, afirmó la coordinadora.

Esta nueva reglamentación aplicaría para todos los fabricantes, fraccionadores y envasadores que distribuyan, comercialicen o importen e integren la cadena de comercialización de alimentos y bebidas analcohólicas en todo el país. 

Polino: “El Poder Legislativo tiene que atender los derechos de los consumidores y no los de grandes grupos económicos”

Además de incluir el sello en el envase frontal del producto ya sea de vidrio, plástico o cartón, estará prohibido el patrocinio o avales de sociedades científicas como la SAN (Sociedad Argentina de Nutrición) o asociaciones civiles a través de logos y/o frases que aludan a las mismas.

“La Ley de Etiquetado Frontal tiene un gran impacto en la modificación de decisión o intención de compra, es muy útil y positivo para los consumidores, dar un paso atrás es una defensa a los intereses de los grandes grupos económicos y un perjuicio para los consumidores de todo el país”, explicó Hector Polino, titular de Consumidores Libres en conversación con este medio.

Apostar a la salud 

El proyecto busca prevenir la malnutrición en la población tras un panorama donde de acuerdo a la última Encuesta de Factores de Riesgo del Indec (2018) un 61,6 por ciento de las personas tiene exceso de peso en la Argentina , entre ellas más del 25 por ciento poseen obesidad.

Además, en pos de mejorar la nutrición infantil se prohíbe toda inclusión de personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, celebridades, deportistas, mascotas, la entrega o promesa de premios, regalos, etcétera y la participación o promesa de participación en concursos, eventos deportivos, musicales, teatrales o culturales.

“La ley de Etiquetado Frontal garantiza la salud pública y le da herramientas a los consumidores, es una ley necesaria y urgente para frenar las enfermedades crónicas no transmisibles, que en nuestro país son una calamidad principalmente a causa de la mala alimentación”, agregó Verde.

El lobby político y económico

Los principales actores en contra del proyecto de ley provienen de la industria alimenticia, entre ellos la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) quienes aseguran que se trata de una “demonización” de alimentos.

A esta polémica se suma el rechazo al quórum por parte de la oposición al oficialismo y  un debate respecto de los intereses económicos partidarios, sobre este punto enfatizó María Eva Verde: “La actitud de Juntos por el Cambio va a quedar en la historia, eligieron a los lobbys empresariales antes que a la salud pública”.

En esta línea, se sumó la mirada del titular de Consumidores Libres: “Los grupos empresarios han presionado sobre las diputadas y los diputados para defender los intereses de los grandes grupos”.

“El Poder Legislativo tiene que ponerse a la altura de la circunstancias, atender a los derechos de los consumidores y no responder a las maniobras de los grandes grupos económicos, grandes empresas que en nuestro país en inmensa mayoría son de capital extranjero”, concluyó Polino.

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