54 trabajadores de la fábrica de envases plásticos del barrio de La Boca conformaron una cooperativa para recuperar la empresa de la quiebra y mantener sus fuentes de trabajo. Aseguran que podrían duplicar los últimos números de producción. 

6 Nov, CABA (Ansol).- El último 24 de octubre, la justicia decretó la quiebra de la empresa Oropel y abrió las puertas a la conformación de la cooperativa Plásticos Salvadores, con 54 asociados.

Durante nueve meses la planta fue mantenida por los trabajadores, que con ese acto resguardaban también sus fuentes de trabajo, mientras aseguraron que las máquinas pudieran en algún momento volver a producir envases para medicamentos, entre otras cosas.

“Está la opción de que alguien que esté interesado en comprar los bienes de la quiebra, pero la prioridad la tenemos nosotros. Y nuestra única posibilidad es recuperarla, recuperarla o nada. Es la única forma de mantener nuestra fuente de trabajo. Si viene alguien y compra los bienes por centavos, nosotros no tenemos ninguna seguridad laboral”, contó el trabajador y tesorero de la flamante cooperativa, Tomás Vargas, a Ansol.

Pese a que la producción se conservaba, hasta el 2 de febrero, primaba la falta de pago de salarios, por lo que el 2 de febrero pasado los empleados cesaron la actividad.

Desde entonces, figuraban como personal activo, pero los antiguos directivos dispusieron que no podían producir.

Si la sindicatura le da la derecha y permite que continúen la producción, la cooperativa tendrá que afrontar negociaciones con los proveedores y acreedores, también perjudicados por los últimos directivos, para poder seguir trabajando con ellos.

Crisis y autogestión

“Oropel cumplió 57 años. A principios de los 2000 tuvo tres plantas que empleaban a doscientas cuarenta personas. La mala gestión y el momento que vive el país la hizo decaer mucho”, detalló Vargas, y miró a futuro: “Podemos duplicar la producción. Queremos que todo cliente que venga se dé cuenta de que la fábrica está reluciente y en condiciones”.

sa