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Nunca fue tan fácil elegir en una votación nacional

Columna de opinión.

Por César Malato

Protesorero de la Confederación Argentina de Mutualidades (CAM) y presidente de FEDESAM

Para quiénes integramos organizaciones mutuales, cooperativas, sociales, sin ánimo de lucro (justamente, de base solidaria), la opción parece ser sencilla: aquellas y aquellos que quieren quitar derechos, recortar beneficios sociales, establecer aranceles sobre servicios esenciales que ya tienen una naturalización en nuestras vidas, seguramente no serán depositarios de nuestro apoyo en esta votación, para los próximos cuatro años.

Las experiencias autoritarias y liberales -o neoliberales- no tienen con el Movimiento Cooperativo y Mutual una experiencia de vínculo beneficioso.

Quizás la última, por ser la más fresca en el tiempo, la presidencia de Mauricio Macri sea recordada negativamente por todos nuestros dirigentas/es: quisieron equiparar, Ley de Presupuesto mediante, a nuestras mutuales y cooperativas con las sociedades de Lucro. ¿Cómo? Propusieron quitarnos las exenciones impositivas como si nuestras Entidades produjeran beneficios económicos (ganancias, en términos del mercado) para sus directivas/os y no para la masa societaria, en términos de excedentes sociales o inversión y creación de nuevos servicios.

La mal llamada “grieta” se simplificó: quienes queremos un proyecto de país con posibilidades de autonomía soberana, tolerancia democrática, respeto por las diversidades, educación y salud públicas y gratuitas, más inclusión, acceso a los servicios, producción y trabajo; y quienes pretenden otro proyecto, que pondera la necesidad de vender a sus amigos empresarios nuestras empresas estatales (Aerolíneas, YPF, Vaca Muerta, Ferrocarriles, Fondo de Jubilaciones, Satélites, Sistema Científico-Tecnológico, sistema de Medios de Comunicación Pública), libre portación de armas, intolerancia por las y los que piensan diferente, quita de derechos, privatización de la educación y la salud.

Meritocracia, más “el que tiene y pueda, que pague. Y el que no que se joda” parece ser su “proyecto” de negocios para nuestro país.

Argentina y los argentinos/as tenemos una rica historia de democracia social que no va a ser entregada a manos de quienes nos quieren atropellar con la prepotencia del capital salvaje, la represión y los dueños del dinero.

A casi 40 años de haber recuperado la democracia, con luchas, encarcelados, torturados, desaparecidos y niños secuestrados que aún se buscan, sabemos de las falencias y fallas de nuestros gobiernos y nuestros Estados, y estamos siempre en la tarea militante de mejorarlas, descubrir en qué cuestiones nos estamos equivocando, y – quienes no estamos en la función pública- marcando a diario qué cosas nos parece que se necesitan y en cuáles otras nos estamos equivocando.

Difícil creer que un mutualista o un cooperativista -más allá de las diferencias de identidades partidarias o posicionamientos sectoriales- pueda apoyar con su prédica o su voto fuerzas políticas que nos van a reducir o quitar derechos y beneficios, no solo a nuestro Movimiento Solidario, sino al conjunto del pueblo argentino.

Siempre desde la solidaridad y lo colectivo. Nunca desde el egoísmo y el individualismo. Nunca fue tan fácil elegir.

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