No se prevé que la inflación 2023 baje de los niveles actuales

Columna de opinión.

Nicolás Pertierra

Economista jefe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO)

El dato de inflación del 4,9% mensual en noviembre de 2022 fue más bajo de lo que veníamos relevando. A partir de nuestras investigaciones preveíamos que iba a seguir apenas por arriba del 5%. Pero más allá de eso, hay que recordar que la inflación en nuestro país se explica por tres causas: un componente inercial, que es esa base que ya viene teniendo Argentina como una suerte de velocidad crucero en los precios que desde 2018 para acá está en torno al 50 por ciento. Esa es la base, y sobre eso se suman los otros dos efectos que son la guerra y la inestabilidad macroeconómica del momento (los precios internacionales, la disparada de la brecha cambiaría o la pérdida de reservas en algunos momentos del año).

En este marco hay que destacar que, hasta ahora, el dólar soja (que significó la emisión de más pesos para los agroexportadores que liquidaron cosecha) ayudó para aliviar el momento, no incentivó la inflación y hasta ahora logró sacar el fantasma de una devaluación brusca inmediata.

No se prevé que la inflación 2023 baje de los niveles actuales
Inflación 2023

Pero hay que adelantar que muchas de estas situaciones inflacionarias van a permanecer el año que viene: la inercia en el aumento de precios, la sequía que hay que ver con cómo impacta, la inestabilidad financiera que no está totalmente despejada y a esto se suma la dolarización típica de un año electoral. Lo único que se espera que no incida es la cuestión de los precios internacionales, que se van a estabilizar.

Todo esto sigue poniendo un piso alto a la inflación 2023, que en el año seguramente esté en torno al 80% o 100%. No la vemos bajando muy significativamente de los niveles actuales. Y el lado más más fuerte de presión va a venir por la dolarización, la inestabilidad financiera y cambiaria típica de los años electorales. Todo esto llevará a los típicos aumentos precautorios, que se toman por las dudas (como en julio, que todos aumentaron los precios porque esperaban una devaluación y esa devaluación no se dio). Esa incertidumbre va a incidir en la inflación 2023.