(Ansol).- «Hemos elaborado el proyecto con ellos, por tanto, cada paso que dimos lo hemos decidido con ellos y con cada actor involucrado», manifestó el legislador y vicepresidente de la comisión de Cultura, Edgardo Form.

Este mediodía, el proyecto para crear la figura legal del centro cultural se convirtió en ley con el voto unánime de los legisladores que participaron de la sesión extraordinaria.

La norma que tiene 30 artículos y fue trabajada sobre la base de la experiencia reunida durante años por el movimiento MECA, protegerá a los espacios barriales, autogestivos y cooperativos que son motivo de clausuras permanentes por parte del gobierno porteño.

La flamante ley califica a los centros culturales espacios no convencionales, experimentales o multifuncionales en el que se realicen manifestaciones artísticas de cualquiera de los lenguajes existentes.

«Los centros culturales que queremos para la ciudad son aquellos cercanos a los barrios, que promueven la cultura popular sin distinciones. Queremos lugares abiertos donde los ciudadanos puedan disfrutar de noches enteras con los vecinos, sin pensar en que un policía o inspector puede cerrarlo porque venden empanadas caseras o porque hay clases de tango», concluyó Form, quien también se desempeña como gerente general del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC).

La semana pasada, el frente Cultura Unida se concentró en la puerta de la Legislatura porteña para repudiar la iniciativa propuesta por el PRO porque, entre otros elementos, «no deja vender comida y sigue separando los espacios de música con los de baile. Son concepciones muy estructurales del concepto de cultura. Tiene muchas limitaciones», evaluó Natalia Zonís, referente del espacio, en diálogo con Ansol.