5 de octubre de 2023, CABA (Ansol) – La cooperativa textil chaqueña Inimbo, una empresa recuperada en 1992, firmó el acta de posesión del predio tras 30 años de lucha en los que tuvieron que atravesar varios procesos judiciales.

Si bien la ley de expropiación fue conseguida en el año 2016, hubo un error en el número de chacra, por lo que siguieron varios años de lucha de los trabajadores para que se rectifique de manera correcta. Hace varios meses se aprobó por unanimidad el proyecto, que finalmente llegó al siguiente paso.

El presidente de Inimbo, Ramón Ayala, detalló a ANSOL: “Había mucha oferta por ese inmueble, pero la ley salió como de utilidad pública, el Estado pagó el monto que estaba estipulado y ahora viene la conversación entre el Estado y la fiduciaria para que se pongan de acuerdo”.

“Después de eso se iniciaría el trámite de título de la propiedad, hasta que no esté resuelto eso nosotros no nos podemos hacer acreedores del título, ya somos dueños, pero sin título. Eso es lo que ayer firmamos”, agregó Ayala.

Además, destacó que la firma fue presenciada por compañeros cooperativistas de India, Sudáfrica, Colombia y España, que estaban de visita en marco del Encuentro de la Economía de los Trabajadores: “Se dio que vean estas cosas, y para ellos era algo imposible porque en Europa todavía hay una sola empresa recuperada con muchas dificultades en Grecia”.

También estuvieron los profesionales que los apoyaron desde un comienzo: “Nos acompañaron todos en esta lucha, abogados, ingenieros, académicos, profesores, universidades, que estaban en la primera nota que se le manda al gobernador y se compartió lo que ellos sienten por Inimbo, que somos una cooperativa de 15 socios, que luchamos día a día para para el sostenimiento de nuestra familia”.

La firma del acta de posesión da pie a que los trabajadores de la cooperativa puedan mejorar el estado del inmueble: “Necesitamos mejorar la parte edilicia, porque no se podía poner un granito de arena porque no era nuestro todavía. Podemos empezar a hacer un contrapiso de una de las naves”.

“Justo se dio también que conseguimos un subsidio para iniciar la obra. Así que se está dando, este fue un año bueno, o como lo decimos nosotros acá: ‘Ojalá que sean siete años de vaca gorda, no siete años de vacas flacas’”, concluyó Ayala.