Construyendo información para Otra Economía
Gestión Social Educativa en tiempos de libre mercado
La nueva desregularización de la actividad educativa propuesta en el megaproyecto oficialista de Ley Bases da rienda suelta a fomentar un tipo de educación o de escuela en código de empresa, en la que queda de lado el bien social y el carácter público de una escuela. En el caso de las escuelas de gestión social, estamos dentro de la educación privada y es justamente una lucha de muchos años entender que la educación no es una mercancía.
Por este sendero vamos camino a que las escuelas se conviertan en una pequeña pyme, en la cual si los números no cierran al empleador, quedan afuera las y los docentes. En nuestras escuelas, esto nunca pasó. Hemos pasado momentos económicos complicados, pero siempre se han buscado las formas de sosotenerlos y de encontrarnos con la comunidad educativa, para sostener las escuelas a partir de la autogestión y de los valores cooperativos.
En las escuelas de gestión social, no hay fines de lucro, no hay patrón. Para nuestro entender, esta desregulación va a lograr una mayor segmentación social. Esto provocará que haya gente que no pueda pagar la escuela privada y recurrirá a una escuela estatal que puede sobrepoblarse.
Es una oportunidad para el Estado para regular más los subsidios a las escuelas privadas. En la Provincia de Buenos Aires, entendemos que esta desregulación no se llevará a cabo, lo cual nos parece muy importante.
Entendemos a la escuela como un espacio comunitario, donde los proyectos políticos pedagógicos impactan en la construcción de nuevas subjetividades. Esta mirada es de alguna manera una respuesta a una mirada individualista que piensa solo en las leyes del mercado, de la oferta y demanda.
Es importante mostrar la diferencia entre las escuelas de gestión social y las sociedades anónimas. Lo privado, si no da ganancia, no funciona. En el caso nuestro, no se busca el lucro, sino hacer realidad el derecho a la educación.