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Fuerte devaluación de los planes sociales: por la inflación, hay cada vez más familias en riesgo de indigencia

A pesar de combinar Potenciar Trabajo, la AUH y la Tarjeta Alimentar no llegan a comprar la comida para todo el mes. Por otra parte, crece la precariedad y el empleo informal.

28 de noviembre de 2022, CABA (Ansol). –El 2022 concluirá como el año donde los planes sociales perdieron fuertemente con la inflación. Esto significa que una familia ni siquiera combinando el Potenciar Trabajo, la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar llegó a cubrir la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que define la línea de indigencia y hasta octubre se ubicó en los $62.105, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Este escenario se da a pesar de que el Gobierno Nacional haya definido aumentos para los diferentes programas sociales con el objetivo de amortiguar los efectos inflacionarios. Los incrementos son del 20 por ciento para el Potenciar Trabajo (a cobrarse un 7% en diciembre, 6% en enero, 4% en febrero, 3% en marzo), del 15,9 por ciento a partir de diciembre en la AUH, y 40 por ciento en la Tarjeta Alimentar.

En noviembre, según el análisis realizado por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política (ISEPCi), una familia tipo (dos adultos y dos hijos) combinando los tres planes sociales llegan a percibir $56.000, mientras que la línea de indigencia se ubica en los $66.8887. Es decir, que con los planes llegan a cubrir el 83 por ciento de la CBA, por lo que están en una situación crítica para comer.

Para diciembre la situación mejorará gracias a los aumentos dispuestos por el Gobierno: combinando el Potenciar Trabajo con la AUH y la Tarjeta Alimentar, una familia llegará a juntar $65.568, cubriendo así el 92% de la CBA, que se estima en este contexto inflacionario se ubicará en los $71.166. Sin embargo, los números dan cuenta de que seguirán debajo de la línea de indigencia.

Fuerte devaluación de los planes sociales: por la inflación, hay cada vez más familias en riesgo de indigencia

Peor aún será el arranque en 2023, ya que con la inflación de diciembre y las fiestas encima, una familia a través de los programas sociales podrá juntar $67.427 en enero, pero la línea de indigencia se ubicará en el orden de $76.519. Es decir que por más que una familia sume el Potenciar Trabajo, la AUH y la Tarjeta Alimentar llegará a cubrir el 88 por ciento de la CBA.

«En julio los programas sociales cubrían el 97 por ciento de la Canasta de Alimentos, en octubre apenas el 87%, y en enero 2023 con los aumentos anunciados por el Gobierno, apenas alcanzarían el 88% de la canasta básica de alimento, y se puede presumir una continuidad de deterioro para los meses subsiguientes», vaticinaron desde el ISEPCi.

Crece la informalidad y la precariedad entre los trabajadores

Fuerte devaluación de los planes sociales: por la inflación, hay cada vez más familias en riesgo de indigencia

El Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) difundió un nuevo Informe de Situación de la informalidad y la precariedad laboral en la Argentina basado en datos de la Encuesta Permanente de Hogares que realiza el Indec. Según explicaron, «entre el primer y el segundo trimestre de este año creció la precariedad laboral en el país«.

En Argentina hay 20 millones de trabajadores ocupados dentro de los cuales el 45,3 por ciento se desempeña en condiciones de precariedad laboral: un 28 por ciento son asalariados informales y el 17 por ciento son cuentapropistas en puestos de baja calificación.

Luego, existe un 46 por ciento que son asalariados formales, un 5 por ciento son cuentapropistas en puestos de alta calificación y el 3% restante personal en puestos de dirección.

Los datos muestran que en los primeros seis meses del 2022 aumentó en el número de ocupados, pero que «eso puede explicarse a partir del aumento de puestos precarios (+8% asalariados informales y +2% cuentapropistas precarios) mientras que no se han creado nuevos puestos en el sector asalariado formal (+0%)».

Desde el CEM indicaron que «se empieza a evidenciar una preocupante tendencia al crecimiento del trabajo informal asalariado, a costa del formal. Se corre así el riesgo de ir subiendo el piso de trabajadores asalariados informales consolidando y delineando una matriz laboral y productiva sostenida en forma creciente por trabajadores carentes de derechos».