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Es hora de la Economía Popular

*Eva Verde

Los desafíos de generar herramientas que incentiven la economía popular en el marco de la economía de Mercado.

Quienes venimos de las organizaciones populares y hoy estaríamos asumiendo tareas el Estado, nos encontramos con los desafíos de pensar políticas públicas dentro de las reglas de juego y del mercado, que permitan fortalecer al sector de la Economía Popular y Solidaria. Cuando hablamos de este sector nos referimos a ese gran espacio invisibilizado de la economía que incluye, cooperativas de trabajo, fábricas recuperadas, unidades productivas, agricultoras y agricultores familiares, comercializadoras, vendedores, vendedoras, entre muchos otros rubros.

Pensar etapas de transición y políticas posibles hacia un esquema de igualdad, equidad, distribución y de acceso a los derechos no es fácil cuando el objetivo es cambiar todo lo que deba ser cambiado. Pero en este camino, es fundamental utilizar las herramientas de la política tradicional y de consumo, para transformarlas en herramientas que impulsen el desarrollo de la economía popular generando trabajo digno. Lejos de la uberización que propone esta nueva fase del capitalismo y de la histórica feminización de la pobreza, la tarea es dotar de derechos e impulso a la economía popular.

Una noticia de los últimos días refleja que el Banco Provincia terminará con el beneficio de descuentos del 50% en supermercados. Según Juan Cuattromo el flamante presidente BAPRO los descuentos de supermercados equivalen a la rentabilidad anual del banco, unos 8.000 millones.

Esta política, de beneficio al consumidor, en realidad orientó el consumo en quienes concentran la comercialización (y la producción) de alimentos. Estas grandes empresas, son quienes han dejado afuera de sus góndolas a la producción local e industrias nacionales, quienes ejercen su poder de compra concentrada ahogando a productores y productoras y quienes en las últimas décadas han destruido la red de pequeños comercios, con sus campañas de ofertas por debajo del costo real.

Los jueves de cine, los martes de tecnología, los miércoles de la mujer.La política de descuentos en tarjetas o bancos es algo común de ver, quienes acceden al medio de pago plástico, pueden ser beneficiarios de descuentos que finalmente soportan entre bancos y marcas, como estrategia de fidelización de clientes.

Las promociones que ofrecen abarcan a todos los rubros, desde la góndola hasta pasajes en avión y los descuentos llegan a alcanzar en algunos casos hasta el 40 por ciento. Los bancos brindan, incluso, beneficios para fechas especiales, como son el día de la madre o del niño y la niña. Todo esto motorizado a su vez por publicidades en televisión, radio y prensa gráfica.

Compre a la economía popular y solidaria

Hoy, en el marco de la emergencia social y alimentaria, esta política debería poder aplicarse articulándola y estimulando el compre a la economía popular y solidaria.

Generando un registro de productores, productoras y comercializadoras de la Economía Popular, al estilo ¨comercios adheridos¨, con un convenio que garantice un beneficio al consumidor y al productor.

De esta manera, se estimula el consumo responsable de productos y alimentos sanos y soberanos producidos a escala local, de la agricultura familiar, los pequeños productores, las cooperativas, las fábricas recuperadas y las pequeñas empresas nacionales que no participan del supermercadismo.

Esta política de orientación del consumo genera más trabajo y desarrollo en los sectores que son a la vez afectados por la falta de trabajo y por la emergencia social y alimentaria.

Al mismo tiempo, el gobierno, a través del Ministerio de Desarrollo Social, impulsa la entrega de la Tarjeta Alimentar, una política universal y de mitigación de la urgencia que da la oportunidad de comprar alimentos a las familias con niñes menores de 6 años.

Si la tarjeta Alimentar y otras herramientas de transferencia de recursos se vinculan con esta política de descuentos e incentivo al compre a la economía popular y solidariase puede generar trabajo y dinamizar la economía local, dejando en este sector un porcentaje del dinero que el estado invierte en el bolsillo de la gente.

Las ferias, Mercados, Almacenes Populares son los espacios que permiten que el dinero quede circulando localmente y no termine en las grandes empresas, que son parte del problema, más que de la solución.

Fomentar el compre a la economía popular y solidaria es una decisión que se debe llevar a cabo acompañada de las políticas necesarias y contundentes, para pasar del dicho al hecho. Comer y Trabajar son derechos y como tales necesitan ser garantizados. En este caso existe la oportunidad de vincularlos en un círculo virtuoso y que deje de ser un negocio para quienes han especulado y siguen especulando con la necesidad. Estos últimos 4 años, la política económica se dedicó a incentivar y darle beneficios a los grandes capitales nacionales y transnacionales, es hora de la Economía Popular.

Tenemos una situación muy crítica en la Argentina, el hambre se presenta como síntoma de la pobreza extrema, pero resulta que la pobreza no es el problema, el problema es la concentración de la riqueza que tenemos que sentarnos a discutir.

Es hora de la Economía Popular

*Eva Verde es una de las referentes de las Organizaciones Sociales que se sumaron al equipo de Desarrollo Social para pensar las políticas públicas de la Economía Popular, aportando desde su experiencia de campo y territorial. En este caso, el Mercado de Consumo Popular y el Frente Popular Darío Santillán.