Enero recalentó la inflación y crece la incertidumbre

Columna de opinión.

Por Aldana Montano

Economista integrante del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO)

17 de febrero de 2023, CABA (Ansol). –Para fines del año pasado, la expectativa sobre la inflación apuntaba hacia la desaceleración. El dato de enero del INDEC (6% mensual y 98,8% interanual) volvió a sembrar incertidumbre de cara a los próximos meses; sobre todo, teniendo en cuenta los últimos aumentos en alimentos (principalmente, carnes, frutas y verduras).

Las carnes protagonizaron la escena. En las últimas ruedas de enero del Mercado Agroganadero de Cañuelas, se registró un incremento del precio del ganado en pie cercano al 30%. Durante el año pasado, la fuerte sequía afectó significativamente a la ganadería. Sumado a eso, los altos precios de los alimentos utilizados para el engorde de los animales (principalmente, la suba en el maíz producto de la guerra entre Rusia y Ucrania) ocasionaron que los criadores redujeran la cantidad de cabezas a mantener. Esto colaboró con que el precio de la carne pudiera mantenerse por debajo del resto de los precios de la economía durante el 2022.

Sin embargo, esta tendencia llegó a su fin cerrando el primer mes del 2023, al regresar la lluvia y normalizarse las pasturas. Durante 2022, el precio de la carne estuvo considerablemente por debajo de la inflación en alimentos y bebidas. Mientras que los alimentos subieron interanualmente un 95% a diciembre de 2022, el rubro de carnes y derivados se incrementó en un 63%. Esto contribuyó a la baja en la inflación de los últimos meses del año. Incluso, se registró que algunos cortes de carne vacuna tuvieron variaciones negativas a fin de año. Por ejemplo, en el mes de noviembre, la carne picada común redujo su precio un 3,2% respecto a octubre. En menor medida, también redujeron el precio los cortes de cuadril (-1,2%) y de paleta (-0,5%). En el mes de diciembre el único corte que experimentó una reducción del precio fue la carne picada común (-0,9%). Ya para enero el IPC-INDEC registró un incremento en carnes y derivados del 4% promediando las seis regiones del país.

Según el relevamiento del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), el precio de la carne venía relativamente estable hasta la cuarta semana de enero. Pero a partir de la quinta semana de enero se registraron aumentos más notorios. Entre el 1 y el 31 de enero los aumentos fueron del 13% en promedio. La mayoría de las subas se concentraron en la carne vacuna, no así en el pollo fresco o en el cerdo. Entre los incrementos más altos resaltaron el matambre (+30%) y el vacío (+28%), a los que siguieron asado (+13%), cuadril (+15%), peceto (+15%), bola de lomo (+11%) y nalga (+11%). Hay que tener en cuenta que por cada 10% de incremento en el precio de la carne en la góndola, el IPC se incrementa en un 1% debido a su peso en la canasta que mide el INDEC.

Enero recalentó la inflación y crece la incertidumbre

Por otra parte, al margen de la estacionalidad, las frutas y las verduras tuvieron incrementos muy altos. Las frutas en enero se incrementaron un 12% en promedio con picos por encima del 60% en tomates, 49% en naranjas, 31% en manzanas y 13% en limones. Las verduras aumentaron un 20% en promedio según INDEC.

Al parecer, esa reducción “sencilla” del 6% al 5% terminando el 2022, se aleja en el inicio de este año y complica la desaceleración recordándonos que la economía argentina tiene un componente inercial muy arraigado desde 2019. La “estrategia” de la inflación del 3% mensual propuesta por el Ministerio de Economía a fin de año también se empieza a diluir.

Por otro lado, hay que resaltar ciertos pisos (o “colchones”) de precios en varios sectores de la economía, que deben su existencia a un “por las dudas” o a una eventual devaluación. Los materiales para la construcción, las prendas de vestir e indumentaria y algunos alimentos frescos y secos de la canasta básica fueron claros ejemplos durante el 2022.

Sumado a eso, hay una serie de aumentos establecidos en los próximos meses del año: con la reducción de subsidios que está realizando la secretaría de Energía, las boletas de luz subirán en febrero entre un 20% y un 30%. Los combustibles tienen un incremento del 4% durante febrero y otro aumento del 3,8% en marzo. Las prepagas se incrementarán un 4,91% en febrero (para quienes se encuentren por debajo de ingresos netos a seis salarios mínimos, vitales y móviles); para aquellas personas que superen dicho monto, el aumento será del 8,21%.