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El Neoliberalismo mata

Que el Neoliberalismo mata no es solo una frase de barricada.
De a poco vamos cayendo (nuevamente) en la cuenta de que estas políticas que nos propone el “Gobierno del Cambio” que asumió el 19 de Diciembre de 2015 están teñidas de revanchismo, y no reparan en castigar a las grandes mayorías de nuestro Pueblo (con mayúscula, mayúscula de Sujeto Social de cambio) con tal de cumplir sus más oscuros objetivos: favorecer a las clases pudientes y que concentran las riquezas en nuestros Países, y aleccionar a los Dirigentes Populares para que nunca más se les ocurra dejarse seducir por “sueños libertarios” y “proyectos populistas”.
Estas políticas ya fueron implementadas en Argentina en por lo menos tres oportunidades en nuestra historia más reciente, con diferentes características en cuanto a sus métodos de aplicación, y bajo mudanza de “ropajes” político- institucionales: durante la Dictadura cívico-militar-eclesial de 1976-83; durante los períodos gubernamentales de Menem y De La Rúa; y ahora a partir de Diciembre de 2015. En todos los casos las recetas son idénticas o al menos muy parecidas: Ajuste Fiscal, Altas tasas de Endeudamiento Externo, Bajos Salarios con Paritarias inexistentes o a la baja; Achicamiento del Estado; Priorización de medidas que faciliten los negocios de los Privados; altos índices de Fuga de Capitales al Exterior, con ausencias de controles o inexistencias de los mismos; Extranjerización de la Banca y de las Empresas Nacionales; Ausencia de Políticas Sociales y Protección Social, Restricción y desaparición de Derechos; altos indices de Desocupación; y aumento de las políticas de represión de la protesta social y de la disidencia política.
En todos los casos también hubo, al menos en los últimos 70 años, la misma “anomalía” que no pudieron licuar ni domar: los Movimientos Populares, y la hegemonía de la clase Trabajadora en cabeza del Movimiento Peronista.
Desde allí, desde esta “anomalía” es que corresponde pararnos a decir basta. Basta de callar, basta de conceder, basta de ser cómplices de políticas de entrega y saqueo que lo único que con absoluta seguridad provocan, es condenar a millones de Argentinxs a las exclusión y la miseria.
La única posibilidad que tenemos nosotrxs, pardxs desde allí es la organización colectiva, es resolver las cuestiones más urgentes desde la organización y la lucha, y el respeto por nuestrxs mejores Dirigentes, para que puedan encabezar mas temprano que tarde, el necesario recambio que alumbre las transformaciones que le permitan a nuestro Pueblo vivir de pie, y con mayores niveles de bienestar, dignidad, y distribución de las riquezas.