Economía Popular en el Consejo del Salario: un primer paso

Así lo aseguró Gildo Onorato, dirigente de la CTEP. Aunque resaltó que no tienen grandes expectativas, significa un reconocimiento para los trabajadores del sector. Ponderó los métodos pacíficos. Cómo llegaron y cómo siguen.
30 de agosto de 2019, CABA (Ansol).- La economía popular participará hoy por primera vez del Consejo del Salario y buscará un aumento del 50 por ciento del Salario Social Complementario.
Gildo Onorato, dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) contó a ANSOL cómo alcanzaron esa institucionalización: «Desde la sanción de la ley de Emergencia social y al transformar lo que era subsidio en una política de Salario Social Complementario, reconociendo a la economía popular como un sector de organización de trabajo, empezamos a exigir desde el 2017 la participación de nuestro sector, teniendo en cuenta que todos los programas sociales se ajustan de acuerdo a la movilidad del mínimo, vital y móvil«.
También contó que eso implicó presentaciones al Ministerio de trabajo, diálogo con la CGT y «mucha firmeza para mantener la agenda del sector», buscando aumentos, los bonos y mayor participación en derechos.
«Es un primer paso que se da un estatus de mayor institucionalización a sectores de la economía popular. No se resuelve nada, no tenemos grandes expectativas de aumentos por encima de la canasta básica, aunque debería ser lo correcto. Sin embargo, es un primer escalón de una larga pelea que continuará», señaló Onorato.
Consejo del Salario en un nuevo gobierno
Desde la CTEP entienden que debe fortalecerse la participación en el Consejo del Salario ya que esta vez, según hicieron saber funcionarios del gobierno, se trató de «una invitación informal».
El Salario Social reconoce el estatus de trabajador a los quienes se sustentan por medio de la Economía Popular y ajusta su Salario Social al Mínimo, Vital y Móvil. Lo que la CTEP espera que suceda a partir de ahora es que se construya gestión pública con participación privada para que el sector pueda producir alimentos baratos y conseguir todos los derechos laborales. «Nuestros compañeros trabajan, y mucho, para llevar un plato de comida a su familia. Eso tiene que estar regulado y con los derechos de cualquier trabajador», explicó Onorato.
Participación hacia el buen vivir
«Nosotros necesitamos una plena participación para discutir, plantear nuestra agenda, nuestras necesidades, teniendo en cuenta que la economía popular es una experiencia de supervivencia que va encontrando en agrupamientos cooperativos, asociados o comunitarios una forma de buscar el buen vivir», declaró Onorato a ANSOL.
Así, los movimientos populares piden una prórroga de la ley de Emergencia Social por cuatro años más para que se mantenga el Salario Social Complementario, siempre atado al Salario Mínimo, Vital y Móvil.
«Creemos que es un planteo razonable porque la perspectiva económica es mala para los próximos tres o cuatro años», dijo el dirigente de la CTEP y secretario de Política Social del Movimiento Evita.
También aseguró que aunque no se prorrogue la ley, no esperan que se dé de baja a los 500 mil beneficiarios del Salario Social «porque eso sería transformar a la Argentina en un motín a cielo abierto», y contó que las partidas presupuestarias se pueden garantizar más allá de la prórroga de la ley.
Paz
Onorato no dejó de recordar a lo largo de toda la charla que llegaron hasta aquí gracias a que siempre usaron métodos pacíficos. «Tenemos que ser muy firmes, pero en paz. La crisis y la desestabilización, la debilidad del Estado y las instituciones democráticas lo que permite es que los poderosos tengan mayores recursos para especular con los bonos, con las letras, con la timba. Las grandes crisis siempre las sufren los más humildes. Así fue en el 2001, así fue en el 89. Por lo tanto, nosotros siempre cuestionamos esta estigmatización que existe dentro de los movimientos acerca de que nosotros promovemos la desestabilización, cuando en realidad, las consecuencias de la desestabilización las sufriríamos nosotros», desarrolló.
También señaló que el 2001 significó una devaluación de 283 por ciento, con un pico de 400 por ciento. «¿Quiénes se beneficiaron? Clarín y los que licuaron la deuda», aseguró.
Así, sin renegar del 2001 y de haber echado por medio de la movilización popular a los responsables de esa crisis, también repasó: «Los ricos fueron más ricos y los pobes, más pobres».
Por eso, concluyó: «La gran diferencia que existe ahora es que las organizaciones somos más fuertes y que hay una salida institucional a la actual crisis que estamos viviendo. En ese momento no había salida institucional. Dos años después empezó a estabilizarse Argentina. Es una situación totalmente distinta por el carácter de fortaleza de las organizaciones y poruqe existe una enorme voluntad popular que ha enfrentado a este camino por la vía electoral. Hoy nuestro pueblo tiene más fortaleza. Está más organizado, tinee más incidencia en algunas políticas, sobre todo en la agenda social y sobre todo porque podemos transitar a un nuevo gobierno en términos ordenados».
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