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«Debemos pensar la Responsabilidad Social como una manera de relacionarnos, de organizarnos»

(Ansol).- Autora del ensayo «Eficacia: Ideas y tensiones para la articulación actual de las políticas públicas y derecho administrativo», Minnicelli sostiene en ese trabajo prologado por Bernardo Klisberg que «la Responsabilidad Social debe estar alineada a la política pública y debe ser complementaria y convergente».

La fundación junto a otras organizaciones, impulsa el Tercer Congreso Internacional de Responsabilidad Social (CIRS) que se llevará el 10 y 11 de septiembre en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En su tercera edición, la temática que se propone como eje del encuentro es «Federalismo Responsable con eje en la empleabilidad».

El ex presidente brasilero Lula Da Silva, el actual mandatario boliviano Evo Morales, los premio Nóbel de la Paz, Rigoberta Menchu y Kailash Satyarthi ya confirmaron un lugar en el encuentro que se realizará en el predio de La Rural.

Sobre su actividad, la actualidad del debate de la Responsabilidad Social (RS), la agenda latinoamericana y sobre el Congreso que se realizará en breve dialogamos en una entrevista.

¿Qué se está debatiendo en cuanto a responsabilidad social? ¿Desde qué punto de vista se encara y cuáles son los modelos para una temática que cada vez tiene más protagonismo?

Desde hace 10 años a esta parte hubo una evolución en las temáticas de RS. Cuando empecé a trabajar en el tema se hablaba de RS Empresaria. Veníamos con la idea de que sólo la empresa privada debía hacer acciones de RS. La evolución que ha tenido el tema es enorme. En 2011 sale la norma ISO 26.000, discutida por Naciones Unidas.

Más de 90 países y organizaciones civiles pensaron: ¿Porqué sólo empresaria? ¡Debería ser para todas las organizaciones!

Cuando dejo la función pública y empiezo a trabajar fuerte en el tema -que lo quería hacer desde una mirada de auditora- mi idea era ver qué se estaba haciendo. Y lo que veníamos es que las empresas multinacionales en nuestro país tenían como una obligación de sus casas matrices hacer algo que parezca RS. Tenían el presupuesto para hacerlo y tenían que traer programas y ejecutarlos. Pero se trataba de algo que no tenía nada que ver con nuestra identidad local ni con nuestra realidad.

Después de estar 5 años vinculada al tema, con políticas, algunas de asistencialismo y otra orientadas al crecimiento productivo local, veía que lo que había que hacer era una suerte de acción de convergencia o de complementariedad con la política pública. Con esa mirada empezamos a construir concentualmente el tema desde la fundación Observatorio de la Responsabilidad Social.

El disparador surgió cuando definimos el primer Congreso Internacional, que era «Por una Argentina Socialmente Responsable», a partir de lo que estaba pasando en la sociedad con esta nueva forma de organizarse. Lo que queríamos ver era el estado de madurez de la sociedad desde la temática.

Como conclusión. De este primer congreso lo que vimos es que había distintos estadios de la RS. Todavía no se tomaba conciencia que el tema implica evaluar en qué lugar está cada uno y ver qué debería hacer por los demás y por el entorno, esto de sentarse a evaluar impacto. Hoy es el camino que estamos recorriendo, y muchas organizaciones lo están haciendo también.

Desde el año pasado ampliamos el congreso a la agenda abierta latinoamericana, porque hay temas que nos son comunes. Y tenemos que tener un lenguaje más armónico, ver qué temas tienen las universidades, las organizaciones civiles; ver de qué forma podemos usar la responsabilidad social como una excusa para integrarnos. La RS atraviesa a todas las actividades.

¿Cuál es esa agenda latinoamericana que se va construyendo en torno a esa noción compleja de la RS? ¿Se está conceptualizando en los países de la Patria Grande de manera similar a la que se da en Argentina?

Todavía hay algunos países que no lo tienen incorporado, otros están trabajando la temática desde una mirada bien dirigida a sus problemas. Un ejemplo es el de una organización de Colombia, el problema allí es el terrorismo, el narcotráfico y la reincorporación de esas personas es un eje que compete a la responsabilidad social. Que a parte que nos son comunes, están los problemas que son particularidad propia de cada uno.

Cuando convocamos a agenda abierta Latinoamericana planteamos los 16 ejes temáticos que habíamos definido empezar a visualizar en el primer congreso: banca, infraestructura, salud, educación, pobreza extrema, etc. Sobre esos 16, ver cuáles podrían atenderse desde la política pública en distintos países, y de qué forma el resto de las organizaciones de la sociedad deberían empezar a construir programas. Estamos trabajando con una agenda colaborativa, virtual que lo que nos permite es estar vinculados sin tener que estar trasladándonos y generando actos extras.

Todos los que están en agenda abierta latinoamericana tiene vínculos con universidades por empredorismo social y con organizaciones de la sociedad civil, que también están siendo como termómetros de lo que pasa localmente.
Nosotros también estamos conceptualizando a la RS como nueva forma de organización social, y en el caso de que sea empresaria como una nueva forma de organización empresaria que lo que busca es complementar y equilibrar en el desarrollo local.

Hoy las palabras que definen nuestras reflexiones son cohesión social y desarrollo local.

El criterio es poner el foco sobre el desarrollo humano y no sobre el crecimiento económico, en todo caso el tema es ver cómo se integran esos conceptos.

Estamos hablando del equilibrio entre el hombre, la naturaleza y la economía en la RS. Porque cualquiera que se desarticule impacta negativamente sobre el otro. En nuestro país pasó. Cuando la economía estaba por encima de la naturaleza se destruía la rentabilidad y quedaban un montón de personas excluidas. Cuando más nos acerquemos a ese equilibrio menos vamos a necesitar hablar de RS. Será un tema ya incorporado.

En la Economía solidaria, al hablar de organizaciones gestionadas desde personas y para las personas, la problemática, demandas y expectativas sociales entra en la lógica degestión de las empresas. La RS está implícita aunque no siempre consciente. ¿Tuvieron experiencia con cooperativas o mutuales, cómo lo trabajan?
Cuando decidimos conformar la fundación lo hicimos porque el disparador fueron jornadas en el interior del país donde identificamos qué se estaba haciendo en responsabilidad social. Y veíamos que los que trabajaban eran las cooperativas y sindicatos, pero no le ponían el nombre que correspondía. Lo hacían naturalmente porque está en la lógica de sus valores.

De hecho quienes integraron desde un inicio nuestra fundación fueron la Cooperativa Mariano Moreno, de 9 de Julio, y el Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba.

Este tipo de organizaciones da cuenta en sus memorias y balances de sus acciones hacia la comunidad. Pero en general, una de las críticas que tenemos es que las empresas, en sus balances, no sinceran, conceptualizan, ni cuantifican el impacto negativo de su actividad en el entorno. Es más, la disimulan. Porque que si yo sé que como empresa soy contaminante, tengo que ver de qué forma contengo más allá de lo legal y qué hago por la comunidad.

De qué forma trabajo para mejorar la calidad del entorno, del que en algún momento me iré. Tengo que integrarme a esa sociedad y tiene que quedar mejor. El tema no es que le doy trabajo a muchos y después me voy y dejo a la gente sin trabajo.

El Tercer Congreso Internacional de RS tiene que ver con la empleabilidad y con una mirada federal… ¿cómo se relacionan estos temas?

A este tercer congreso lo llamamos «federalismo responsable con eje en la empleabilidad» porque vimos que se está dando un involucramiento muy importante de los gobiernos locales en la temática de la RS. Y ya lo tuvieron en estos 12 años en acciones positivas desde el Estado o derrame de políticas públicas desde Nación, con una impronta local.
Lo que queremos debatir es hasta dónde lo hecho en política pública mejoró las condiciones laborales, de empleabilidad, hasta dónde hay una tarea de convergencia que realizar. Queremos juntar lo hecho en políticas públicas y en evaluación concreta en la temática de empleabilidad con los ejes de articulación de temas de responsabilidad social a nivel local. Todo lo que vamos a trabajar este año en el congreso tiene que ver con eso. Y uno de los ejes estratégicos va a ser la discusión sobre la empleabilidad.

¿Cómo se puede participar en el congreso?

Hay que ingresar a la web (http://www.cirs2015.com/) e inscribirse. Nosotros estamos tratando de integrar a todo los que quieran participar. El año pasado tuvimos presencialmente 5.500 personas, y una cantidad similar virtualmente. Es bueno participar, exponer las dudas y dar lugar al debate.

Tenemos en la plataforma de responsabilidad www.social.tv registrado el primer y el segundo congreso, el programa 40 minutos de responsabilidad social, emitido en América 24; los informes y un noticiero diario con actualizaciones sobre el tema. La forma de comunicar y difundir lo que el observatorio trabajó es fundamental para que se empiece a corregir o construir el camino de la RS.

Nos queda un largo camino para marcar la agenda de la RS. Queremos hacer foco en el tema comunicación. El congreso de 2016 va a estar orientado a esta temática.