De los despidos en Pepsico a los reincorporados de Walmart

(Ansol).- Pepsico, Hutchinson, Wallmart, Atucha, Lanxess y Puma, son algunas de las grandes empresas que han ido anunciando despidos masivos, y que va de la mano con las publicaciones oficiales que muestran un aumento de la desocupación, del 9,2 por ciento –y del 11,8 en el conurbano bonaerense- según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, que va de la mano con el incremento de la pobreza al 32 por ciento según la Universidad Católica Argentina.

“El país atraviesa desde hace un año y media, donde se inicia una recesión y no hay indicios de recuperación, que se muestra en la baja del consumo, dificultades para que reounte la inversión, y con ello que muchas empresas aprovechen para aplicar suspensiones y despidos”, dijo a Ansol Gastón Remy, economista de la Universidad Nacional de Jujuy, y prosiguió: “Esto tiene su correlato con los relatos de la UIA, por ejemplo, que el ajuste del gobierno nacional y provinciales, no son lo suficientemente fuertes como ellos querrían, o como dijo Melconián, que había que bajar los salarios porque son muy altos en dólares. Es lo que se está llevando adelante”.

En este sentido, distintas empresas, como Pepsico y Puma, llevaron adelante los despidos bajo los argumentos de relocalizaciones de la producción o un aumento en la inversión productiva, que llevaría a que fuera innecesaria la planta de operarios existentes, en línea con los discursos de la necesidad de incrementar la eficiencia industrial que lleva adelante el gobierno nacional.

“Dentro de este contexto tenés que analizar que hay muchas decisiones específicas de sectores como la alimentación, con el cierre de Pepsico, que obedece a la relocalización, pero que no se debe a que está siendo afectada por una caída en los márgenes de rentabilidad. La decisión parecería más para desactivar la organización de los trabajadores, que ha tenido una comisión interna muy combativa, y que les ha permitido tener mejoras laborales muy grandes en comparación a otras plantas”, afirmó Remy a este medio.

Walmart, a conciliación obligatoria

Desde hace una semana, 51 trabajadores de Walmart en Sarandí, Provincia de Buenos Aires, recibieron la noticia de que iban a ser despedidos, mientras que el resto en actividad comenzaron a ser enviados a sus casas con goce de sueldo para una suerte de reorganización productiva, que implicaba nuevos contratos más flexibles.

“Walmart lo que está implementando trae detrás una flexibilización laboral: mientras despedía a los quince compañeros, a los otros trabajadores los obligaba a firmar un convenio por empresa, con turnos rotativos. Los despidos lo tuilizan a modo de generar temor en los que quedaban, por eso no querían que volvieran a sus puestos de trabajo”, dijo a este medio Federico Aviles, delegado de sindical de la empresa.

Sin embargo, tras negociaciones con el Ministerio de Trabajo lograron que se aceptase la conciliación obligatoria, y con ellos, que los cesanteados mantuvieran su empleo por lo menos durante 15 días hábiles, donde los trabajadores, la empresa y el ministerio negociarán al respecto.

“Nos llevó más de cinco horas en el Ministerio de Trabajo y por suerte les pudimos torcer la muñeca porque no querían aceptar la conciliación. Hace rato que me vienen ofreciendo una indemnización más los fueros gremiales, cifra que harían unos 2.5 millones de pesos, para que me vaya como delegada y poder hacer lo que quieren con los trabajadores”, concluyó Aviles a Ansol.