Coronavirus: empresa recuperada dona insumos médicos a Secretaría de Salud

La empresa recuperada Textiles Pigüé, exGattic, comenzó a producir barbijos y camisolines para entregarle gratuitamente a la secretaría de Salud de ese distrito.

20 de marzo de 2020, CABA (Ansol).- «Somos una fábrica textil que hace tela e indumentaria deportiva. Hemos decidido en estos días dejar de hacer esto último para hacer insumos médicos como barbijos y camisolines para abastecer, en principio a la secretaría de Salud del distrito de Pigüé y al distinto público de cooperativas eléctricas, así como a organismos que lo requieran», declaró Marcos Santicchia, presidente de la empresa recuperada Textiles Pigüé a ANSOL.

Con la Secretaría de Salud lo hacen de forma gratuita, dada la emergencia. «Nos organizamos a las corridas, pero la iniciativa tiene que ver con estar a la altura de esta necesidad extrema mundial», explicó a la Agencia de Noticias de la Economía Social, Solidaria y Popular.

«Tenemos un stock inicial como para hacer estos materiales. La mano de obra la iremos viendo y cubriendo cuando podamos retirar la fábrica . Los compañeros estuvieron todos de acuerdo y no es nada nuevo para la cooperativa», contó Marcos Santicchia.

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No es nuevo porque la empresa recuperada también trabaja cotidiana y solidariamente con instituciones locales donándoles tela, haciendo encuentros culturales, de economía y ferias cooperativas, entre otros eventos. También ha sabido realizar un convenio con el Servicio Penitenciario Bonearense para proveer de vestimenta a los internos de la provincia de Buenos Aires y capacitar a los reclusos de la Unidad Penitenciaria 19 en el trabajo textil.

«Tenemos alta participación en nuestra comunidad. Fabricamos tela porque es una herramienta para hacer un montón de cosas más, pero la política de la cooperativa tiene que ver con cosas mucho más allá de lo textil», contó Santecchia.

Hoy son casi 120 asociados a la cooperativa en Pigüé y en la Ciudad de Buenos Aires, donde se maneja la logística del depósito, y en Avellaneda, donde se hace bordeado para calzados. Tienen la particularidad de poder cumplir con toda la cadena productiva, lo que fue una política buscada desde la estabilización de la producción autogestiva, en 2006.

«Los clientes de la indumentaria deportiva son clubes que están cerrados. Más adelante veremos cómo se vuelve a producir esos productos. Por el momento, con esas máquinas, cambiamos los productos que se fabrican», desarrolló Santecchia.

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sa