Construyendo información para Otra Economía
Bechamel, la cooperativa de alfajores que visitan los turistas en La Boca
20 de julio de 2023, CABA (Ansol) – Los trabajadores de Bechamel dan la oportunidad de que los turistas que visitan La Boca puedan llevarse un producto cooperativo: los alfajores artesanales Boquita Dulce pueden disfrutarse a tan sólo unos metros del histórico paseo de Caminito y de La Bombonera.
Cristina Mangravide es la presidenta de este proyecto que comenzó con el sueño de llevarlo a lo grande, viendo cómo se fabricaban los alfajores en La Costa: “Estoy tomando como ejemplo y tratando de posicionar esta fábrica desde que conocí las pequeñas fábricas de alfajores de Mar de Ajo, San Bernardo, tienen fábricas en las cuales se puede ver a través de los ventanales de los vidrios el proceso de producción”, contó a ANSOL.
“Mi idea siempre fue crear esa fábrica en La Boca como un proyecto para el desarrollo local, porque yo creo que, cuando la gente tiene disponibilidad económica también se desarrolla su lugar, entonces mejoran todos. También para incluir a los jóvenes que no tienen oportunidades, siempre hemos tenido talleres de capacitación de oficio para que puedan este aprender y tener una fuente de trabajo genuina”, agregó.
El local está en un lugar estratégico y de paso obligado para cualquier turista que visite La Boca, y también para los hinchas que se acercan a los partidos en La Bombonera. En Iberlucea 938, además de la fábrica de Boquita Dulce, funciona el “Mate Bar”, que los cooperativistas crearon para mostrar la cultura argentina a los visitantes.
“Ofrecemos la oportunidad al visitante de conocer el mate, nuestras costumbres, también para ir sosteniendo el espacio mientras no podamos vivir de los alfajores. Comercializamos también, tenemos un local abierto instalado donde ofrecemos pizzas y empanadas los días de cancha, también trabajamos con la gente que viene a los partidos”, expresó la presidenta de la cooperativa Bechamel.
Además, comercializan a través de las redes sociales, participan en ferias y sus productos están disponibles en varias tiendas sociales de la Economía Social. A esto le suman un servicio de catering que se difundió a partir de una red tejida entre compañeros del sector, y ofrecen sus productos en distintos eventos.
El sueño de la cooperativa Bechamel, poder vivir de los alfajores
Cristina forma parte del consejo desde el año 2022 y la cooperativa existe desde 2015, y aspira a que este sueño siga creciendo y llegue a ser grande, sobre todo para ayudar a quienes necesitan una salida laboral. Hoy, Bechamel cuenta con 10 socios y 4 adherentes.
Para llegar a ese crecimiento hay distintos proyectos que tiene en mente la cooperativa: “Estamos esperando que nos ayuden desde distintos lugares como el INTI para que podamos habilitar producto, poder mejorar el envase, ponerle ya en el papel de que envolvemos el valor nutricional, y poder comercializar en kioscos en supermercados, exportar el proyecto”.
“Y también podemos fabricar, ya lo hemos hecho, desde cajas artesanales, cajas de madera decorado con dibujos del barrio y a los turistas les encanta. Pintar remeras con la marca, las bolsas de papel serigrafiadas, llaveros, quizá algún día cerámica”, agregó.
En el mismo sentido, aspiran a poder presentar un proyecto para acceder a un beneficio por el lado del INAES y están trabajando en ese sentido.
Sin embargo, a lo que más apuntan es a poder adquirir las máquinas para asemejarse a esa primera idea de ser como las fábricas de La Costa: máquinas semi-industriales más grandes, con cintas para bañar los alfajores, y máquinas envolvedoras.
“También yo siempre digo que queremos que pare ese micro de dos pisos que anda recorriendo la ciudad de Buenos Aires, que pare en la puerta de nuestro local. Con que un micro de esos pase en la semana pagamos el alquiler de local y poder empezar a generar un ingreso mejor para los compañeros”, aseguró Cristina.
Siempre la guía de estos pasos a futuro es la mejora de la calidad de vida y de trabajo de los trabajadores de la cooperativa, que, según describió la presidenta de Bechamel, necesitan trabajos paralelos porque no alcanza: “Lo que queremos es que realmente podamos todos vivir del proyecto de la fábrica de alfajores”, concluyó.