26 de agosto de 2022, CABA (Ansol).- En el marco del 5to congreso de CONINAGRO, el presidente de la entidad Carlos Iannizzotto tocó diferentes temas, entre ellos el estado de las normativas parlamentarias que aún continúan en discusión, como la ley de Emergencia Agropecuaria, La ley de Biocombustibles, la ley de fertilizantes, la ley de humedales y la ley de Economías Regionales.

También, remarcó los cinco puntos que enviaron al Ministro de Economía para que sean tratados en los próximos días como el Plan de estabilización con eliminación del intervencionismo excesivo del Estado, un Estado subsidiario y acuerdo de precios y salarios; Política cambiaria competitiva, con un solo tipo de cambio; Políticas de Estado que promuevan las pymes, el asociativismo y el emprendedurismo; Política de desarrollo energético; y Programa federal estratégico del sector agroindustrial.

Y al finalizar el encuentro, el presidente de la entidad comentó en diálogo con Ansol: “Hemos convocado a este congreso en tratamiento con la mesa de enlace, con el consejo agroindustrial, con el foro empresario, el movimiento de economía solidaria para decirle al gobierno que el sector privado, más allá de nuestras diferencias y nuestros roles, está unido, pero con otra política. Ojalá que pueda empujar y que la realidad motive al gobierno nacional a tomar una política a favor de la cultura de trabajo”.

También contó que se habló con el ministro Sergio Massa, el secretario técnico y con personal del INTA sobre la Ley Tolerancia: “Estuvimos hablando sobre temas retenciones, reintegros por temas vitivinicola y economía regional. Y en el tema tolerancia cero, haciendo hincapié en el sector industrial, el sector productivo que tiene nuestro sector vitivinicola y que la tolerancia cero está orientada a sectores industriales, pero no a paralizar todo un sector”.

Por último, analizó la situación del índice porcentual de precios a consumidores: “Ya mencioné la cantidad de leyes que están en el Congreso y no se mueven y esas leyes lo que promocionan es un ordenamiento del sector productivo y una distribución de la riqueza productiva que beneficia a los pequeños y medianos y también a los precios y al bolsillo del consumidor. Así que sí, es difícil pensar en ese índice cuando no hay un orden interno y el barco de este país está sin conducción.

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