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Chaco: buscan evitar que una histórica recuperada cierre

(Ansol).- El frigorífico chaqueño Cooperativa de Trabajo y Consumos (CTC) atraviesa su peor momento desde su conformación, en 1996, debido a la disminución en la ventas,  la caída del precio del cuero vacuno, del cual depende principalmente la empresa social, y el aumento en los costos energéticos, con boletas que subieron de 40 mil pesos a 400 mil.

Esta crisis pone en riesgo a los 170 trabajadores de CTC y a otros 400 empleos indirectos, lo que motivó al gobierno provincial a convocar a los representantes cooperativistas, responsables de la empresa eléctrica y funcionarios estatales, para resolver la delicada situación.

De esa primera reunión participaron, por Secheep -empresa estatal que distribuye la energía eléctrica en Chaco-, su presidente, José Tayara, el ministro de Industria, Gustavo Ferrer; el subsecretario de esa cartera, Basilio Nycolyn; el subsecretario de Ganadería de la cartera productiva, Rodolfo Casaccia, el titular de la empresa estatal Sameep por el servicio de agua potable, Claudio Westtein; y el director del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Remigio Colcombet.

De este encuentro se confirmó que se realizará un primer informe evaluativo que será elevado al Ejecutivo en unos diez días y a partir de ahí se trabajará en un plan integral, cuyo plazo para ejecución es de noventa días, en el que se apunta a la optimización de la planta.

Autogestión histórica

La cooperativa, ubicada en Puerto Vilelas, Chaco, se constituyó tras el cierre de la empresa Productores del Chaco, en 1995, que generó el despido de más de 400 trabajadores, de los cuales 116 de ellos, decidieron conformarse como cooperativa y continuar con la producción, gracias al alquiler del predio, y luego su compra tras la liquidación de compañía en quiebra.