Catalunya aprobó ordenanza de fomento a la energía solar

(Ansol).- El Consejo Ejecutivo catalán acordó licitar en el horizonte del año 2020 la compra garantizada a largo plazo de la totalidad de la energía eléctrica generada en un parque solar fotovoltaico de nueva construcción que se situará en los terrenos de una infraestructura en uso y de titularidad de la Generalidad de Cataluña, por un plazo de 25 años, lo que consideran que fomentará la instalación de más redes de energías limpias gracias a la seguridad económica y jurídica que el plan provee.
Este programa, denominado SolarCat, también propone que la ciudadanía tenga mayores accesos a fuentes renovables de electricidad, por medio de modelos de participación horizontal en proyectos de inversión, a través de plataformas como crowdfunding, para facilitar la participación ciudadana y donde las entidades financieras y los promotores tengan garantizada la seguridad jurídica y el retorno de las inversiones.
El gobierno catalán también ha acordado destinar 5 millones de euros a desarrollar el programa de techos solares con almacenamiento distribuido, que debe garantizar la posibilidad de que los ciudadanos de Cataluña puedan generar, almacenar, compartir y vender, y poder generar en el corto plazo, la implantación de más de mil equipos de almacenamiento fotovoltaico para la generación de 3MW de electricidad en los hogares.
Discusión en Argentina
En la actualidad, el Estado nacional está aplicando el plan RenovAr que pretende que el consumo energético nacional alcance un 8 por ciento del total a partir de fuentes renovables a fines del 2017, en un ambicioso programa que proyecta que las energías alternativas tengan una participación del 20 por ciento para 31 de diciembre de 2025 y del 50 por ciento para 2040, por medio de un conjunto de beneficios fiscales y tributarios para los productores.
Sin embargo, no se ha avanzado lo suficiente en la posibilidad de la producción y provisión hogareña de energía por medio de distintas fuentes de almacenamiento.
Aunque dicha posibilidad está siendo discutida, debido a que solo los sectores más adinerados de la población podrían acceder a dicha tecnología, lo que generaría que las mayorías se vean afectadas por el desfinanciamiento que sufrirían las empresas encargadas de la distribución de electricidad.
Federico Lutz, coordinador de la Comisión de Servicios Públicos de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar) y gerente de la Cooperativa Eléctrica de Bariloche, dijo a Ansol: “Nuestra crítica no tiene que ver con el objetivo general de la producción de energía mediante las renovables y su microgeneración. Auspiciamos que el asociado pueda consumir una energía renovable, y que además pueda generar su propia energía, pero cuando estos dos elementos se incorporan en un mercado global energético, lo que queremos evitar es que desproteja a los asociados que representamos. Si se van a beneficiar las importaciones de bienes relacionadas con este tipo de producción, para quien un alto poder adquisitivo y pueda poner un panel solar en su casa, que le permita pagar menos a la red general; esto va a traer consecuencias en los más humildes, ya que la cooperativa no podrá dar el mejor servicio, dada la disminución de los usuarios económicamente potentes”.