El dirigente del Banco Credicoop agregó que este impuesto deberán pagarlo incluso quienes no ganan nada, pero tiene un patrimonio. «La sociedad anónima solo paga si gana», contrastó. 

Buenos Aires, 25 de octubre de 2018 (Ansol).- Carlos Heller habló con esta agencia sobre el presupuesto al que Diputados dio media sanción esta mañana. Ya no se pretende gravar con Ganancias a las cooperativas y mutuales que realizan actividades de ahorro, seguro y crédito, sino con una alícuota acorde a su patrimonio.

«Este gobierno tiene una visión absolutamente negativa sobre el cooperativismo. Pretende que las cooperativas paguen impuesto a las ganancias, sin entender que las cooperativas no generan ganancias. Ahora lo remplazó por un impuesto al patrimonio que puede ser más gravoso que el primero. El Impuesto a las ganancias se paga cuando se gana. Ahora podría darse la situación de que una cooperativa que no gana,  tiene que pagar por su patrimonio», ejemplificó el exdiputado.

El referente del Partido Solidario agregó: «Nosotros cobramos la mitad de lo que podríamos cobrar. Si tenemos una carga impositiva mayor, vamos a tener que subir el precio de nuestro servicio. No lo pagará el banco, sino los usuarios».

En el plano de la actividad financiera, lo sintetizó con una frase de Floreal Gorini: «Las entidades financieras tienen muchas regulaciones y maneras de medirlo, pero en última instancia, la salud de una entidad financiera la da la calidad de su cartera. La caída de la cartera está influida por la situación de la economía real. En una situación como esta, las entidades financieras acumulan ganancias ficticias con tasas monumentales de interés, pero si como en nuestro caso, la cartera está vinculada a las pequeñas y medianas empresas, a las economías regionales, seguramente, de mantenerse esta política, los quebrantos que se van a generar por la incapacidad de pago de mucha gente, se llevarán una parte sustancial de esa supuesta ganancia que hoy generan estas tasas insostenibles y absurdas».

Además, puntualizó que los productores que se organizan en cooperativas, con el nuevo presupuesto, tendrán que sufrir aun más la caída del mercado interno, de concentración, de altos costos de financiamiento.