Alé Alé lanza fuertes descuentos en el mes de su aniversario

El restorán cooperativo de Palermo cumplió 8 años y lanzó una promoción especial de festejo durante enero: 20 por ciento de descuento con todos los medios de pago.

14 de enero de 2021, CABA (Ansol).- La empresa recuperada Alé Alé, una cooperativa gastronómica ubicada en Palermo en la Ciudad de Buenos Aires, cumplió ocho años y lo festeja con una importante promoción que estará vigente durante todo el mes de enero: veinte por ciento de descuento en todas las comidas, de lunes a lunes, y con todos los medios de pago.

“Como no pudimos hacer la cena tradicional de todos los años el lunes, con invitados, largamos una promoción del cincuenta por ciento para todo el público. La repercusión fue bárbara: el local se llenó, solo trabajamos con reserva, y por eso, decidimos sostenerlo y lanzamos Mes de enero, mes de aniversario: veinte por ciento de lunes a lunes, incluyendo delivery con todos los medios de pago. La gente pide flexibilidad, descuentos, estamos todos en la misma y vamos a apostar al volumen”, explica Andrés Toledo, presidente de la cooperativa en diálogo con ANSOL.

Balance positivo de un año pandémico

Alé Alé recibió la pandemia del Covid con las dificultades de todo el rubro gastronómico; pero aprovechando el capital ahorrado que disponía, sus trabajadores decidieron ajustar sus retiros e invertir en el local. “Los compañeros entendieron la situación, y así pudimos mantenernos al día con servicios, proveedores, alquiler, y otros gastos e invertir en pintura, obras de albañilería. Si hoy lo miras, y lo habías mirado en marzo del año pasado, está a nuevo: salón, baños, todo”, relata Toledo.

Recientemente, la cooperativa incorporó tres trabajadores más, y ya cuenta con un personal de 53 asociados que percibieron un promedio de retiros mensuales de entre $28.000 y $30.000 durante el pasado 2020. “Además, contamos con la ayuda de la Línea 1 del Programa de Trabajo Autogestionado del Ministerio de Trabajo y del IFE que nos vino bien. Pudimos solventar los retiros con el ingreso del delivery, y hacer las obras con plata que teníamos ahorrada para uno de nuestros proyectos: abrir otro local”, afirmó el presidente.

La cooperativa ya cuenta con una sucursal en la localidad de Clorinda, Formosa, pero quiere expandirse con un nuevo local en la Ciudad de Buenos Aires, y el interés estaba puesto en el local de Mamma Rossa, el tradicional restorán de Villa Crespo que hace poco tiempo cerró sus puertas, aunque las gestiones aún no prosperaron. “Si no es ahí, será en otro lado, queremos crecer, hacia Belgrano, Caballito, hay posibilidades”, agrega Toledo.

El rechazo a las plataformas, un «No» a la precarización

El sistema de delivery de Alé Alé es completamente propio puesto que no trabaja con las plataformas tradicionales como Pedidos Ya, Rappi y Glovo. “Sabemos que perdemos ventas, competitividad y una plataforma donde nos vean millones. Pero estamos en contra de la precarización laboral, y nos han ofrecido participar de muchas maneras, incluso haciendo el delivery nosotros, pero si figuramos, estaríamos financiando un modelo que precariza a los trabajadores. Dentro del mercado gastronómico estamos instalados, somos conocidos, nos falta seguir mejorando: el despacho, la calidad, los productos, la creatividad. Ese es nuestro camino”, fundamentan.

Un modelo de gestión exitoso

La cooperativa creció y sigue creciendo en un contexto de crisis profunda del sector gastronómico, y en particular de distintos restaurantes recuperados que enfrentan posibilidades de cierre como Los Chanchitos, Mangiata y Battaglia.

Ante este escenario, las autoridades de la entidad explican la fórmula del éxito en la gestión: “Tiene que ver mucho el liderazgo, el Consejo de Administración, y quienes van a liderar la cooperativa. No es lo mismo liderar que gerenciar, ni empujar que arrastrar”.

Y sobre esto último, añade Toledo: “Hablo con las cooperativas, como 1893 que se acaba de formar, y les digo que a la hora de elegir los dirigentes sean capaces de mirar el conjunto. Yo era mozo antes de tomar la presidencia, y cuando lo hice, pedí salir del salón para ver los problemas, los errores, las dificultades. No se puede hacer las dos cosas: estar en salón, en la cocina, y administrar y proyectar la empresa. Eso es a costa de un esfuerzo sobrehumano y desgastante. Queremos un trabajo de forma pareja y a la par, que nos permita imaginar y soñar”. 

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rf